Construcción de moldes

Los moldes se pueden construir en diversos materiales, hasta con resinas plásticas termoestables (moldes que se ocupan para el fabrico de prototipos, por ejemplo). Pero, el acero, el hierro fundido, y el aluminio son las aleaciones más utilizadas. Todavía, el acero es el material favorito por su resistencia y durabilidad.

El aluminio se utilizaba, con más frecuencia, en la ejecución de moldes que se destinaban a la producción de prototipos y de corridas de menor dimensión. Sin embargo, con los progresos en la producción de aleaciones de aluminio, existen ya aleaciones de aluminio con excelentes características mecánicas, que permiten la ejecución de moldes destinados a la producción de grandes corridas (600,000 a 1,000,000 de ciclos de vulcanización, lo que depende, en cierta forma, de la abrasividad del compuesto de caucho que se ocupe, de los cuidados de mantenimiento y de factores operacionales).

El fabrico de los moldes en aluminio es también más económica (15 a 20% – valor que depende de la menor o más grande complejidad), esto porque su maquinado es más fácil y rápido. Este tipo de moldes tiene elevadas dureza y conductividad térmica (esta es alrededor de 5x la conductividad de los aceros más comunes para moldes). Este hecho posibilita también reducciones importantes en los tiempos de ciclo de vulcanización.

El material de que se constituye el molde y su acabado superficial desempeñan un rol determinante en el aspecto del producto final y también en la mejor o peor facilidad de desmoldeo de los artefactos vulcanizados. Las formas más comunes de recubrimiento superficial de los moldes son el cromado (cromo duro), nitruración, texturización, algunas formas de decapado (mecánico o químico) y, algunas veces, acabados especiales (por ejemplo, revestido con teflón).

Conviene decir que en la construcción de un determinado molde se utilizan varias aleaciones de acero o de aluminio, hasta se pueden utilizar en un mismo molde de acero componentes de aluminio y viceversa. Hay veces que se ocupan otros metales (bronce, por ejemplo). Se procura adecuar, cada parte componente del molde (o sea, no solo las cavidades), a las exigencias particulares a que cada componente está sujetado.

La cavidad o cavidades del molde se deben ejecutar de acuerdo con el proyecto validado del molde y sus dimensiones tiene que ser de manera a que, después de la remoción de los artefactos del molde y de su enfriamiento, estos presenten la forma y dimensiones dentro de las tolerancias previamente definidas.

La cavidad o cavidades en específico y las placas intermedias que eventualmente se utilicen (por ejemplo, en la producción de artefactos con formas muy complejas), deben permitir, al final de la vulcanización, un desmoldeo (o extracción) fácil.

Por otro lado, se debe asegurar que la abertura y el cierre del molde se realicen sin esfuerzo. El sistema de guías debe ser preciso y bien ajustado, de manera a permitir una abertura y cierre del molde sin problemas.

Por lo general, los moldes se construyen en empresas expertas que ocupan procesos de Maquinado Convencional y No Convencional (una de las clasificaciones de los Procesos de Maquinado), procesos asistidos por computadora (sistema CNC – Controlo Numérico Computadorizado) (Cuadro 2).

Cuadro 2 – Procesos de Maquinado

Hay veces que se hacen los moldes por fundición y después se maquinan por los procesos antes referidos para los ajustes y acabados.