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El proceso de Recubrimiento es un proceso muy antiguo y remonta a los orígenes de la utilización del caucho, algunos siglos antes de haber sido descubierta la vulcanización. Juan de Torquemada, un misionario francisco español, refiere en sus escritos que los indios mexicanos utilizaban el ulei, liquido obtenido de un tipo de árbol a que llamaban ule, en la impermeabilización de calzado y de ropa, muy probablemente ocupando un proceso de inmersión en el látex. El ule (actualmente hule), no es más que el nuestro conocido caucho y la especie botánica de la cual los indios mexicanos extraían el hule era la especie Castilla elástica.
El proceso de Recubrimiento consiste en depositar camadas finas de caucho, bajo la forma líquida, encima de un material de soporte, por lo general textil (una tela o similar). Con el proceso de revestimiento es posible depositar cantidades de caucho tan pequeñas como 40 a 60 gramos de caucho por metro cuadrado, tarea que en una calandria es prácticamente imposible.
El recubrimiento tiene por finalidad revestir telas de los más diversos tipos de materiales (algodón, poliamida, poliéster, rayón, seda, vidrio, poliaramida, materiales mixtos) de uno o de los dos lados, con una película de caucho de espesor variable y que puede tener espesores distintos cuando recubierta de los dos lados; esta película puede ser resultado de la deposición de dos o tres camadas.
Los tejidos utilizados pueden tener las más diversas texturas: tafetán, sarga, raso, punto, cordoncillo, etc. Estos tejidos recubiertos de caucho se utilizan en las más diversas aplicaciones: uniformes militares o civiles impermeables al agua, tiendas o casitas de campaña, fundas de lona para vehículos de transporte de mercancías, aeronaves, carpas hinchables, botes hinchables, juntas, diafragmas, juntas de expansión, faldas de hidrodeslizadores, cortinas industriales, etc. En muchas situaciones los tejidos recubiertos con caucho se proporcionan en el estado de no vulcanizado. Claramente depende de la secuencia en que se va a ocupar el tejido recubierto con caucho.
Los tejidos a recubrir presentan las más variadas contexturas, espesor y peso por metro cuadrado y, naturalmente, características técnicas relativas a su resistencia mecánica. Después de recubierto, sube su espesor y su peso por metro cuadrado. Estas magnitudes son, en realidad, parámetros a controlar en el proceso de fabrico.
Prácticamente todos los tipos de caucho natural y sintéticos se utilizan en este tipo de recubrimientos. Los tipos de caucho que más se utilizan son el caucho natural (NR), estireno butadieno (SBR), Policloropreno (CR), sulfonato de cloro polietileno (CSM), acrilonitrilo butadieno (NBR), Isobutileno isopreno (IIR), etileno propileno terpolímero (EPDM), silicona (Q), etileno acrilato (AEM), caucho fluorado (FKM) y poliuretano (AU, EU). Recubrimientos con policloropreno (CR) combinado con sulfonato de cloro polietileno (CSM) son muy comunes, constituyendo el policloropreno la primera camada (camada base o primaria). Muchos compuestos de caucho (por ejemplo: NR, SBR, CR, NBR) contienen en su composición un tipo adecuado de facticio, ingrediente que confiere a la superficie un tacto aterciopelado.